El proceso de elaboración, totalmente artesanal, inicia con el fileteado a cuchillo de cada lomo y desespinado manual. Una vez listas, las piezas son curadas siguiendo una técnica en la que tanto la temperatura como la humedad son muy controladas durante todo el proceso de curación.
La historia establece su origen en Escandinavia, donde los pescadores enterraban el salmón entre la arena para preservarlo, prensarlo y curarlo. Por eso su nombre Grav, que en lengua escandinava significa “cavar o enterrar” y laks que significa salmón.
Una vez finalizado el proceso de curación, el producto final es revisado y llevado para ser cortado a cuchillo y envasado al vacío para su almacenamiento en refrigeración y posterior distribución. De esta manera nos aseguramos de entregar un salmón curado de calidad que conserva todos los sabores de su fabricación artesanal. Además, es libre de cualquier aditivo, conservante o nitrito/nitrato. Un alimento de verdad, 100% NATURAL.